Se sabía de ante mano que la ida a la bombonera sería una parada muy difícil, pero claro, hasta el más optimista sabe que no hay imposibles, y la esperanza de revertir la mala situación que afronta Rosario Central, siempre estuvo intacta.
La hinchada demostró una vez más lo que es capaz de hacer por este equipo, que sigue sin reaccionar, y sin ofrecer nada a cambio.
En lo estrictamente futbolístico, fue una tarde algo confusa, aunque no atipíca para central, ya que no consigue una victoria en esa cancha desde hace 18 años.
El primer tiempo fue todo para Boca, pero a pesar de demostrar supremacía, sólo llegó al arco canalla con centros buscando a Viatri, él cual se encargó de ser una vez más una figura importante para el xeneise.
Nuevamente el medio campo de Central mostró muchas falencias, la impresición de Mendez y Borzani, asustan. Ninguna de las líneas saben muy bien en donde estan paradas, y por más que buscan y buscan, no se cumple con el objetivo. Quizá dirán que la falta de los Gonzalez fue importante, pero a esta altura ya nadie sabe que pensar. Es un plantel sin base y referentes.
El segundo tiempo, el canalla salió mucho mejor, y buscó con Vizcarra y Zelaya constantemente. Así llegó el gol, casi en una jugada de carambola, por un mal pase de Vargas, que cayó en las pies de Danelón, tira el centro y Zelaya de un cabezazo, metió el empate. Todo parecía ilusión, y a diferencia de otros partidos, no se tiró atrás, y salió a buscarlo. Pero a pesar de las impresisiones que mostraba Boca, se sabía que de ninguna manera se conformaría con un empate. Faltando tres mínutos para el final, se encontró con la red Gaitán sellando el 2 a 1 final.
Es desesperante el clima que se vive en Arroyito, teniendo en cuenta la dura parada que tiene el equipo de cara a un nuevo clásico. Y más sabiendo la realidad adversa que presenta su eterno rival.
Esta semana será vital, con Gimnasia y Esgrima de Jujuy de por medio, para salir a demostrar, más allá que se dice que los clásicos son partidos apartes, y empezar a cambiar esta historia que sólo lleva a lo más profundo de la tabla a un central totalmente desorientado.
El cuerpo técnico tendrá una vez más, la dura tarea de revertir esta situación, y hacer entender a los jugadores lo que significa estar ahí, y por sobre toda las cosas, lo que significa Rosario Central.
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