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Boca Júnior se quedó con el superclásico del fútbol argentino superando a River por 1-0 con gol de Lucas Viatri a los quince minutos del complemento en el encuentro que se jugó en el Monumental correspondiente a la 10ª fecha del torneo Apertura. Los de Carlos Ischia jugaron casi todo el segundo tiempo con un jugador menos por la expulsión de Hugo Ibarra.
River salió a la cancha con un clásico 4-3-1-2 con Diego Buonanotte como un enganche neto. Mientras que Boca dispuso un 4-3-2-1 con Gaitán acompañando en la creación a Juán Román Riquelme y Viatri como único punta.
El trámite del primer tiempo fue parejo en cuanto a la pobreza futbolística por parte de ambos conjuntos. Los dirigidos por Ischia tuvieron más posesión del balón y una mejor idea en cuanto a su manejo, pero que no le alcanzó ya que sintió la ausencia de Riquelme, que no estaba jugando bien hasta ese momento. El 10 mostró una seria incomodad en la cancha que no le permitió desplegar su fútbol habitual. El equipo de Simeone padeció la falta de un líder en la cancha que marque el rumbo del equipo. Solo hubo algunos intentos del enano Buonanotte por hacerse de la pelota y ponerse el equipo al hombro mediante su movilidad, pero no le alcanzó para sacar diferencia. Los millonarios tampoco supieron aprovechar el nerviosismo del debutante arquero xeneize, Javier García, quién evidenció muchas inseguridades bajo los tres palos y otorgó varios rebotes riesgosos que River no pudo capitalizar.
Para el segundo tiempo, el “Cholo” sacó al paraguayo Salcedo que no había tenido una buena actuación e incluyó al Mauro Díaz, quién había actuado bien en un partido por la Copa Sudamericana asociándose con Buonanotte. Por el lado de Boca, el técnico decidió renovarles la confianza a los jugadores que ya estaban en cancha, por lo que no dispuso modificaciones para comenzar la segunda etapa.
El primer problema serio que sufrieron los auriazules, fue la expulsión de su lateral derecho, Hugo Benjamín Ibarra, por haber insultado al juez de línea por un lateral que a criterio del jugador fue cobrado erróneamente.
A partir de ese momento, todo cambió. Paradójicamente a favor de Boca, por que River, al verse en ventaja, no pudo manejar la ansiedad para marcar un gol y se desesperó tanto que solo si limitó de forma enceguecida a tirar centros inútiles que solo eran rechazados por los centrales rivales y que aumentaba la confianza del arquero que a lo largo del encuentro fue ganando en seguridad.
A los quince minutos, en un tiro libre, enviado al área custodiada por Ojeda, Riquelme le puso la pelota en la cabeza a Lucas Viatri y abrió el marcador.
Luego del gol, la figura de Román emergió y se hizo amo y señor del partido. Supo jugar con las urgencias de su rival y ponerle paños fríos al partido justo cuando su equipo más lo necesitaba.
Los de la banda no pudieron conectar una jugada bien armada para intentar llegar al empate. Solo eran centros y jugadas individuales sin sentido.
El partido terminó y Boca volvió a vencer a River dos veces consecutivas luego en 43 años.

Lo que viene
Ambos tienen compromisos esta semana por la Copa Sudamericana, los “xeneixes” se medirán en Brasil con el Inter de Porto Alegre, mientras que los “millonarios”, irán contra las Chivas de México en el Monumental.