miércoles, 29 de octubre de 2008

Si te gusta el durazno, aguantate la Pelusa

En un nuevo aniversario del “Barrilete cósmico”, el “Jefe” le regaló los 18 kilates más preciados. El deseo que anhelaban desde épocas muy remotas parece que se cumplió. Insinúan quedar atrás disidencias insanas y cruces fortuitos que poco enaltecían la gloria colectiva.
Introducción mediante, el desafío será sentarse en la mesa, alimentarse con la comida que menos intoxique nuestras humanidad, y hacer la digestión desde el sillón de la objetividad y la honestidad. Está claro que el “Barrilete” nunca estivo ajeno a esos valores, aun estando en el banquillo de los acusados. Ahora bien, ¿qué papel jugaremos nosotros (digo nosotros porque la Selección es nuestra Selección, mal que le pese a alguna voz ronca) a la hora de analizar su desempeño a las veras de la línea de cal? ¿Cuántos jugadores se atreverán a discutirle alguna decisión que por bien ser humano que es resulte totalmente errónea? ¿Podrá un futbolero expresar sus emociones tras una derrota ante Vietnam por 3 a 0 estando él en el banco? ¿Por qué pensar apresuradamente en supuestos conflictos que llaman al pesimismo y la frustración? Y… a veces la realidad actúa como el despertador de las cinco de la mañana que nos pide a gritos salir de ese mundo de fantasía y adentrarnos en la plegaria del ruido.
Muchos corazones ávidos de gloria conocieron el brindis de la victoria. Otros tantos todavía lo anhelamos.
No es un bombero, ni un piloto de tormentas. Sólo es un barrilete que aún no se sabe de qué planeta vino y hasta dónde puede volar, incluso en lugares desconocidos. El más querido en el sitio más requerido. Nadie se puede quejar. Pero ojo, si nos gústale durazno, aguantémonos la Pelusa.

2 comentarios:

aquiles Cadirola dijo...

faaa diegoteee!!!

Daniela Rodriguez dijo...

Esperemos que de una buena vez, que Maradona haga la cosas bien. Si bien como jugador es indiscutible, como persona deja mucho que desear. Pero como esto a los argentinos no les importa, lo único que se espera es ver a una selección renovada, y con hambre de gloria. Por el bien de todos, ojalá que Diego lo pueda lograr.