Al parecer todos los males endémicos que se han gestado en el país, ese que con frecuencia destruimos con malos ejemplos, no han de tener cura y se agravan a diario.
Lo que ocurre en los diferentes ámbitos no es sino un fiel reflejo de las alteraciones del orden y de los valores de una sociedad que
va rumbo al precipicio.
En un país donde la violencia es moneda corriente y en el que, al parecer, las leyes se hicieron para no cumplirse, no es extraño ver que el deporte más hermoso del mundo (el bendito juego de la pelota) el fútbol, se encuentre contaminado de intereses, de sucios negocios y los eternos fantasmas de la violencia que, alimentados por la intolerancia, se empeñan en mancharlo.
Resulta habitual ver desfilar entrenadores en los pasillos de los clubes argentinos, y no es por otro motivo más que por la intolerancia de aquellos personajes nefastos que dicen ser fieles del equipo de sus amores pero a los que poco les interesa lo que realmente ocurre, ya que el único fin por el que luchan es concretar sus oscuros negocios. De más esta recordar que en la mayoría de los casos estos grupos de inadaptados son financiado por los mismos dirigentes de los clubes, quienes por temor o complicidad permiten que se siga imponiendo la moda de dirimir a golpes de puño o con armas las diferencias entre hinchadas.
En tiempos donde los guapos mafiosos se adueñaron del espectáculo, la intolerancia se transformó en el sentimiento reinante y la violencia en el escudo de aquellos grupos alvorotadores, resulta inútil salir en busca de soluciones.
Están destrozando nuestro fútbol, ¿Es posible recuperar el espíritu de un deporte que se ha manchado?...
Las incógnitas van surgiendo y depende de nosotros revivir elfútbol nuestro de cada día, deberemos reflexionar y SER PARTE DE LA SOLUCIÓN, no del problema.
Lo que ocurre en los diferentes ámbitos no es sino un fiel reflejo de las alteraciones del orden y de los valores de una sociedad que
va rumbo al precipicio.En un país donde la violencia es moneda corriente y en el que, al parecer, las leyes se hicieron para no cumplirse, no es extraño ver que el deporte más hermoso del mundo (el bendito juego de la pelota) el fútbol, se encuentre contaminado de intereses, de sucios negocios y los eternos fantasmas de la violencia que, alimentados por la intolerancia, se empeñan en mancharlo.
Resulta habitual ver desfilar entrenadores en los pasillos de los clubes argentinos, y no es por otro motivo más que por la intolerancia de aquellos personajes nefastos que dicen ser fieles del equipo de sus amores pero a los que poco les interesa lo que realmente ocurre, ya que el único fin por el que luchan es concretar sus oscuros negocios. De más esta recordar que en la mayoría de los casos estos grupos de inadaptados son financiado por los mismos dirigentes de los clubes, quienes por temor o complicidad permiten que se siga imponiendo la moda de dirimir a golpes de puño o con armas las diferencias entre hinchadas.
En tiempos donde los guapos mafiosos se adueñaron del espectáculo, la intolerancia se transformó en el sentimiento reinante y la violencia en el escudo de aquellos grupos alvorotadores, resulta inútil salir en busca de soluciones.
Están destrozando nuestro fútbol, ¿Es posible recuperar el espíritu de un deporte que se ha manchado?...
Las incógnitas van surgiendo y depende de nosotros revivir elfútbol nuestro de cada día, deberemos reflexionar y SER PARTE DE LA SOLUCIÓN, no del problema.
1 comentario:
Es verdad, el futbol esta manchado, gracias a dios no le paso lo mismo al Rugby, deporte que respeta las decisiones del arbitro, donde no existen rencores ya que una vez que salis de la cancha sos "hermano" de tu adversario y defienden una unica bandera, la de nuestro querido deporte. Que gracias a dios es amateur y no existen negocios sucios de los clubes para con los jugadores.
"Si el Rugby es solo un Deporte, el Corazon es solo un Organo"
Saludos
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